Hay ángeles que pasan por nuestra vida para dejarnos algo más que un legado, algo que no se puede pagar, un mensaje mucho más preciado que aquel que se dice con palabras y de los que se habla con una mirada. Vienen a dejar en nosotros una huella tan profunda que no se borra ni con una nueva marea ni con la espuma.
De esas personas que ves por primera vez y sabes que son especiales, de esas que te llenan con una sola palabra, de las que te dan un abrazo y se para el mundo para que respires, porque como he dicho, no es una persona, es un ángel.
Ella entró en mi vida para ayudarme y hoy le agradezco como cada minuto desde que la conozco lo que hizo por mí, y es que Pili fue más que una maestra, una guía, una gran persona, alguien tan bueno y luchador que podría conseguir cualquier cosa que se propusiera.
Era una madraza, y a pesar de que su vida no había sido fácil trataba a cada uno de sus alumnos como si fueran sus hijos. Todavía mantengo en el recuerdo el dulce olor a regaliz negro de aquellos caramelos que repartía y que le encantaba hacer danzar en su boca mientras explicaba una raíz cuadrada o una ecuación.
Ahora comprendo que la vida como nos explicaba no es tan complicada al igual que no lo son las matemáticas, se trata de hacerlas tuyas, de jugar con ellas como si fuera lo que más te gustase en el mundo y así todos y cada uno de nosotros lleva dentro una sonrisa suya, una mirada amigable y un gesto sincero.
Refrescante como las bebidas que tomaba cada día en una jarra se mostraba a diario con nosotros para explicarnos con paciencia y dulzura todo lo que el día anterior no habíamos comprendido.
Y así, sin más un día la devoción por sus hijos nos arrebató a esta gran mujer, sin darnos tiempo a asumir nada, como un plato frío que no esperamos, como un golpe certero que nos deja inconscientes y como un huracán que te deja desolado. Pero ahora se que dejó en nuestra vida mucho más de lo que ella había pensado jamás, dos hijos preciosos y en nosotros unos valores impagables.
Siempre veremos tu devoción por la enseñanza con la mayor de las sonrisas.
Gracias.
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