Dicen que las sonrisas son el reflejo de estar en paz con uno mismo, yo creo que es más que eso, una sonrisa es un atisbo de felicidad, miles de pequeños hilos de vida que se unen cuando alguien te hace estar feliz. Es el mayor de los regalos, el mejor de los recuerdos, la mejor forma de pago y la expresión más bonita en una cara.
A veces nos cuesta darla y sin embargo es muy fácil hacer sonreír a alguien, solo hay que poner un poquito de nuestra parte...
Estas dos últimas semana he aprendido muchas cosas, pero hay algo que no puedo olvidar y es la sonrisa de todos aquellos con los que he compartido estos momentos. Esas grandes personas que me han hecho sentirme viva, sentir como cada uno de ellos tiraba de uno de los hilos para hacerme feliz. Es algo que uno no espera y que de buenas a primeras te arrebata y cambia de sentido todo. Es sin duda alguna el mayor de los tesoros poder conocer gente que tenga ese punto de locura y en la que ves reflejada un poco de ti, de esas ganas locas de hacer a la gente feliz.
Y es que es verdad eso de que cuando crees que tienes todas las respuestas va el universo y te cambia todas las preguntas.
Gracias,
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