Existen momentos en nuestra vida que nos sirven como punto de inflexión, como trampolín o como señal de algunas cosas importantes. Sin duda yo los tengo a diario, y es que hoy es un día amargo, amargo como un año anterior lo fue, amargo como algo tan dulce que mi paladar no tolera... quizás no tenga sentido al lector lo que hoy mis palabras expresan, quizás sean sólo presa de mis pensamientos desatinados y desbordados por mis emociones, pero al fin y al cabo son palabras de desesperación. Hoy me siento decepcionada y malentendida, no pretendo excusar mi comportamiento, sólo pretendo dar rienda suelta a unos dedos locos de atar que por el teclado se deslizan sin parar al compás de los miles de pensamientos que se van pasando por mi cabeza.¿Qué he hecho mal? me pregunto a diario cuando voy a la cama...hoy mi pregunta no cae en vano...hoy tiene razón de ser... y es que en la vida nos equivocamos muchas veces y es fácil poner una excusa, hoy se que no la hay y que quizás sea sólo que no he sabido mantenerme en mis principios sin atender a lo que mi cabeza necesitaba decir. Es triste sentirte rechazada, cuanto menos acusada y como si de un crimen se tratara, juzgada. Es triste pensar que has podido hacer daño sin quererlo y saber que las cosas una vez heridas no vuelven a ser las mismas... "Da pena que se admire el valor en la batalla", es una de las frases que me vienen a la mente, una de esas que te da de golpe en la parte frontal de la cabeza como un aviso o llamada de atención... Y ahora solo me queda pedir perdón, aprender de los errores todos y cada uno de los que he cometido a lo largo de mi vida y entonces vuelvo a pensar... ¿Por qué dejamos que exista algo más importante que la amistad? ¿Por qué dejamos que exista algo más importante que el amor? ¿Por qué dejamos que las cosas pasen de largo?...y sigo pensando, una y mil preguntas más podría decir... pero sólo tengo clara una cosa: "la vida nos pone a prueba en cada situación, en cada paso que damos y así, sin venir a cuento, un día nos deja solos...solos, SIN NADA, al igual que nacemos..."
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